lunes, 26 de octubre de 2015

Viernes 23 de octubre de 2015

Este día de la semana, lo dedicamos a exponer nuestras propuestas de “clase ideal”. Por grupos, trabajamos en diseñar un aula teniendo en cuenta su organización, qué tipo de materiales introduciríamos y qué secuencia de aprendizaje llevaríamos a cabo en ella.

Nosotras concretamente, optamos por una clase de primero de Primaria, preparada para acoger a 25 alumnos. Decidimos diseñar un espacio educativo organizado por rincones. En relación con los materiales, alrededor de la clase se disponen de los necesarios y se irían renovando en función de las necesidades e intereses de los alumnos. Asimismo, el aula tiene amplios ventanales para dejar pasar la luz natural y cuenta con su propio baño. En cuanto a la secuencia de aprendizaje, hemos pensado en Proyectos Dirigidos, en los cuales, se desarrollarían actividades de motivación e interés tanto para el profesor como para los niños. 

Lo que pretendemos proponer con este tipo de clase, es por una parte, organizar un espacio que sea agradable, cálido, apropiado a las necesidades de los alumnos, y que requiera de los materiales necesarios, y por otra parte, fomentar que el profesor incite a sus alumnos a reflexionar lo que están trabajando. 



 A nivel general, en relación con las exposiciones de nuestros compañeros, las clases presentadas corresponden a los niveles educativos de Primaria y Secundaria. Se han expuesto  espacios que fomentan el trabajo en grupo y que promueven una mayor participación del alumno. Se deja de lado la típica organización rígida y magistral en donde las mesas están alineadas y el profesor es el centro de atención, y se da paso a un espacio en donde el rol del alumno adquiere un mayor protagonismo y dinamismo, ya que las mesas están agrupadas u organizadas en forma de U.Otro aspecto relevante, es el equilibrio que se ha establecido entre materiales innovadores (pizarras digitales, proyectores, ordenadores, etc.) y materiales tradicionales (pizarra de tiza, libros, biblioteca,…). Por último, resaltar que en la mayoría de los casos presentados, la clase estaba organizada para menos de 30 alumnos. Esta idea es compleja, pues da pie a un pequeño debate sobre si el número de alumnos condiciona realmente la forma de trabajar en el aula. 

Para finalizar, cabe mencionar que en una clase hay tres factores que son esenciales: la organización, los materiales y las secuencias didácticas, y en función de cómo estén aplicados estos elementos, favorecerá en mayor o menor medida el proceso de aprendizaje de los alumnos. Son elementos que entre sí hay una conexión (por ejemplo, la forma en la que está organizada una clase, repercute en las secuencias didácticas que se desarrollan en la misma). 
 A partir  de las exposiciones, la idea general que hemos percibido, es que no existe una clase ideal ya realizada y preparada, sino que la clase ideal es aquella en la que estos tres factores presentan un nivel de flexibilidad adecuados para adaptarse a las necesidades de los alumnos y a los cambios que puedan surgir en la realidad y espacios educativos. 

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