CHARLA JAUME MARTÍNEZ BONAFÉ
En el día de hoy, hemos podido
tener el honor de contar con la experiencia de Jaume Martí Bonafé: licenciado
en magisterio y pedagogía. Comprometido con corrientes de renovación pedagógica.
Además de haber trabajado mucho sobre el libro de texto y los materiales
elaborados por el profesorado.
El aula está diseñada de una
determinada manera, con una estructura donde el profesor es el protagonista, el
que tiene la verdad absoluta. Pero el aula no es solo un recurso, sino que es
algo más, como una teoría de aprendizaje de cómo se enseña y cómo se aprende. Por
tanto, la pedagogía nos ha de enseñar a leer, mirar, pensar lo que hay delante,
es decir, mirar más allá.
Debate entre profesionales de la pedagogía para la renovación pedagógica
El libro de texto es también toda
una teoría de la escuela, una forma de hablar de algo. Cuando lo abrimos y lo
miramos ya nos está diciendo muchas cosas. Sin embargo, lo que hay que hacer,
es aprender a leer lo que dice, identificar diferentes aspectos... Con el libro de texto el maestro no se tiene que
preocupar de pensar, crear conocimiento… si no de seguir la secuencia que el
material marca.
También cabe destacar, que el
libro de texto tiene una finalidad económica, y esto se puede ver reflejado a través
de quien organiza el trabajo en el aula, es decir, a través de los libros. La información
que da el libro de texto está dirigida por una serie de editoriales o empresas
privadas relacionadas con los medios de comunicación. Y es que es una realidad,
que el libro de texto es una mercancía que se vende para ganar dinero.
El libro nos dice cosas, pero lo
que hay que hacer es aprender a interpretarlo. En un primer momento, el libro
ya le dice cosas al maestro, (como qué hacer, cómo guiar al alumno en el
aprendizaje, organización, secuencialización…) también le dice cosas al alumno
(determina que es lo importante, lo que tiene que estudiar, destacándolo con
otro color…). Pero este artefacto en relación con el profesor y el alumno, es
algo bastante serio, porque es el libro el que le dice lo que es importante, recalcando
el desarrollo de la vida en un proceso de enseñanza-aprendizaje. Éste también marca
una relación comunicativa con la familia, es un recurso de seguridad sobre lo
que están aprendiendo los niños, y donde también les dice a los padres lo que
es importante. Además de hablarles a los maestros, alumnos y familias, éste se
convierte en un potente negocio, por el dinero que valen, por tanto no es solo
un recurso para la enseñanza, sino también, un importante negocio para los
medios de comunicación.
Por otro lado, nos cuestionamos ¿Creéis que es posible enseñar sin
asignaturas? ¿Y sin libro de texto?
La educación está relacionada con estas cosas, pero hay movimientos pedagógicos
que apuestan por enseñar sin asignaturas, enseñar de manera interdisciplinar y
global, mediante diversidad de materiales, ya que el pensamiento puede secuenciarse
de muchas maneras distintas.
Por tanto, ¿cómo trabajamos en un aula si no tenemos libros de texto? Es importante
que desde el aula nos planteemos que es lo qué nos preocupa, lo que nos interesa,
y esto requiere de una fuerza pedagógica potente, saberes que son
interdisciplinares, que son significativos para los alumnos… En infantil el
trabajo por proyecto es mayor, ya que no hay presión por alcanzar unos determinados
conocimientos, contenidos… como en las etapas posteriores. Si tienes seguridad
en lo que haces y planteas, es cuando puedes empezar a librarte de la presión del
libro de texto, por tanto es posible. Pero también se debería de establecer un
espacio donde buscar alternativas al libro. Cualquier estrategia de innovación educativa,
cambio, renovación pedagógica… has de trabajarla intentando tener a la familia
como cómplice del proceso.
Una forma de construir el
conocimiento es relacionarlo hacia una propuesta educativa a través de la
experiencia personal o la bibliografía de los niños. Para ello, se ha de buscar
materiales didácticos, recursos, que ayuden a consolidar estructuras cognitivas
más estables, es decir, vincular los conocimientos con la cultura. El aprendizaje
significativo no facilita el aprendizaje fragmentado. Por otro lado, los contenidos
obligatorios que aparecen en los diseños curriculares bases, son siempre menos,
que los que aparecen en el libro de texto. Los contenidos los puedes dar de
muchas maneras, estos se pueden trabajar de formas muy distintas y con el libro
solo se puede trabajar de una forma.
En nuestra opinión, creemos que desde
la pedagogía se debe tener una actitud investigadora, de búsqueda de nuevas
alternativas, como impulsar nuevas formas de enseñar en el aula… pero ¿Cómo conseguimos transformar las prácticas
cotidianas dentro del aula, para que un dispositivo como es el libro de texto
pueda ir desapareciendo?
También hay que atender a los
mensajes que están detrás del libro de texto, y esto requiere un compromiso por
parte de los docentes y una participación conjunta, algo fundamental. Sería interesante
crear espacios donde se compartan experiencias y sobre lo que saben otros
compañeros.
Y hablando de estos aspectos, cómo
no nombrar la visión pedagógica de Freinet, donde la pedagogía se debe de tener
como un componente de optimismo, de ilusionarse con nuevos proyectos... Los
maestros deben de tener una ilusión, emoción… de enseñar, es decir, transmitirles
a los alumnos esa ilusión, emoción… por aprender.
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